Historias de Fila Filo
Prácticamente había anochecido en el Bosque Negro y en lo más profundo del bosque se encontraban las arañas Fausto y Félix observando atentamente cómo su hermana pequeña Filo estaba terminando de tejer su nueva telaraña. La antigua la habían abandonado porque en la zona donde estaba situada habían dejado de pasar hormigas con las que poder gastar bromas y llevarlas de un sitio a otro. Las arañas mayores conversaban en voz baja lamentando su mala suerte y deseando que en su nueva casa encontraran nuevas diversiones.
De pronto escucharon un sonido de pequeños pasos acercarse y ante ellos apareció una hormiga que tenía pintada su cabeza de color rojo. Los hermanos se quedaron sorprendidos por la osadía de aquella hormiga tan peculiar y antes de que reaccionaran ésta les habló:
-Hola hermanas arañas. Os he visto llegar hace un rato y escondida os he escuchado hablar y lamentaros de vuestra mala suerte. Vengo a anunciaros que vuestra suerte puede cambiar. Pero para que eso ocurra os propongo un trato.
Fausto no estaba muy convencido:
-Habla rápido porque si de día nos gusta jugar con las hormigas por la noche nos gusta que sean nuestra cena.
La hormiga dio un pequeño paso atrás, pero habló:
-Mañana podréis jugar con muchas hormigas y llevarlas de un lado a otro. Se celebra una carrera por equipos en esta zona del bosque. El equipo ganador no tendrá que recoger alimento para el hormiguero el próximo verano. Los equipos son Las Recolectoras Azules, Las Reinas Amarillas, Las Tuneladoras Verdes y Las Rompedoras Rojas, equipo de la que soy su capitán. A cambio de la información que os traigo, vuestra hermana pequeña podrá divertirse con las Recolectoras, las Reinas y las Tuneladoras, capturarlas y llevarlas al principio de la carrera, y dejar tranquilas a las hormigas de mi equipo. Las podrá diferenciar porque sus cabezas irán pintadas de azul, amarillo y verde, y las de mi equipo de color rojo.
Fausto y Félix se miraron, sonrieron y se dirigieron a la osada hormiga:
-Aceptamos.
Y así, al alba del día siguiente se empezaron a escuchar muchas voces cerca de donde se encontraban las arañas hermanas. Eran las hormigas que se estaban preparando para empezar la carrera. Filo, las más pequeña de las arañas estaba escondida y preparada muy cerca del camino por donde iban a competir las hormigas. Las arañas mayores estaban algo más arriba para poder ver mejor la carrera y avisar a su hermana cuando pasaran las hormigas azules, amarillas y verdes.
“¡Equipos en sus marcas, preparados, listos, ya!”. Las hormigas empezaron a correr y a aproximarse donde estaba Filo. Al verlas, ésta comenzó su particular juego. Bajando con mucha soltura y rapidez, fue capturando y llevándolas al principio del camino a todas las hormigas amarillas, azules y verdes. Aparentemente, no parecían muy sorprendidas de lo que estaba haciendo aquella araña tan juguetona, y se dejaban llevar sin oponer resistencia. Mientras, la capitana de las Rompedoras corría feliz delante del resto de su equipo y ya divisaba muy cerca la meta. Parecía que nada iba a impedir su rotunda pero engañosa victoria.
De pronto, justo a unos centímetros de la meta, notó que no escuchaba al resto de su equipo. Se detuvo y miró hacia atrás, y en efecto su equipo no estaba. Alzó la vista arriba con el tiempo justo para sentir como Filo la estaba levantando del suelo. Mientras ascendía pudo divisar en la línea de salida al resto de integrantes de su equipo atadas todas ellas por telas de araña y justo debajo de ella vio como el resto de los equipos avanzaban por el camino hasta cruzar la meta, todas a la vez.
Al llegar a un tronco de un árbol, Filo soltó a su presa, y allí estaban esperando Fausto y Félix, muy sonrientes ambas arañas. La capitana de las Rompedoras se dirigió a ellas con mucho enfado:
-¿Se puede saber qué ha pasado aquí? ¿No teníamos un acuerdo?
Fausto y Félix seguían sonriendo mucho, y entre sonrisa y sonrisa respondieron:
-Por supuesto que teníamos un acuerdo, pero era con el resto de los equipos. Poco antes de que tú aparecieras para contarnos tu plan, se presentaron en nuestra telaraña las capitanas de las Recolectoras, Las Reinas y Las Tuneladoras anunciando la carrera que se iba a realizar en el día de hoy y advirtiéndonos de que conocían tu plan para ganar la carrera con trampas. Lo siento hormiga roja, pero ellas llegaron antes y por eso hemos tenido doble diversión en este día.
Si queréis conocer más aventuras de Fausto, Félix, Filo y las hormigas de colores, no dejéis de jugar a Fila Filo de Devir Iberia y cread vuestra propia historia.
Comentarios (4)
Burbuja de Lenguaje
18 de noviembre de 2015 at 20:59
¡Me encanta el cuento y la idea para presentar el juego a los peques, le da más emoción aún de jugarlo! 🙂
Cuéntame un Juego
18 de noviembre de 2015 at 21:06
¡Muchas gracias!
Tilmöst
22 de noviembre de 2015 at 13:53
Magnífica iniciativa!!
Cuéntame un Juego
22 de noviembre de 2015 at 17:28
¡Muchas gracias!